1. Servicios de almacenamiento en la nube. Discos Duros Virtuales


1.1. Introducción.

En primer lugar definiremos el concepto de “la nube”. La nube (“the cloud” en inglés), proviene del término “cloud computing”; es decir, computación en la nube. Por este nombre entendemos el procesamiento y almacenamiento de datos en servidores que alojan nuestra información y documentación.

Todos los documentos o programas que anteriormente almacenábamos en nuestro ordenador ahora pasan a estar almacenados en un conjunto de servidores a los que podemos acceder a través de Internet, formando la nube.

Este tipo de computación nos permite diferenciar entre los recursos que utilizamos y los recursos de nuestro ordenador, ya que utilizamos recursos en un lugar remoto y que se acceden a través de Internet. Mediante este proceso, podemos acceder a nuestra información mediante una conexión a Internet y desde cualquier dispositivo móvil o fijo ubicado en cualquier lugar.

Estos servicios de almacenamiento, algunos gratuitos y otros de pago, actúan como discos duros virtuales. Emulan a un disco duro físico de ordenador gracias a la conexión a Internet, permitiéndonos el acceso en cualquier momento independientemente de donde nos encontremos. Así, podemos acceder a dicha información desde todo tipo de dispositivo: ordenadores, móviles o tablets, por ejemplo.

No solo podemos acceder a nuestra información desde cualquier sitio y en cualquier momento sino que también nos permite aprovechar mejor los recursos de nuestro ordenador. Ahora usamos los recursos del servidor, su capacidad de almacenamiento, su CPU o el software instalado en él, por lo que ya no es necesario invertir en un ordenador potente y con gran capacidad de almacenamiento.

Además, estos servicios nos proporcionan una sincronización local y con la nube. Es decir, nuestros documentos ocupan espacio en el disco duro, pero nos da la ventaja de poder editarlos, moverlos, borrarlos, incluso sin conexión a la web. Una vez dispongamos de dicha conexión, los documentos se sincronizan en todos y cada uno de los dispositivos donde tengamos la aplicación. Por lo tanto podemos acceder directamente a ellos, sin necesidad de usar navegadores ni disponer de una buena conexión.

Todos los servicios de almacenamiento utilizan la misma metodología de sincronización, ya que nos ofrecen “aplicaciones de escritorio”. Crean una carpeta local en nuestro ordenador, permitiéndonos sincronizar carpetas y documentos. Además nos ofrecen aplicaciones móviles para poder disponer de un rápido acceso desde tablets o smartphones.


1.2. Ventajas e inconvenientes de almacenamiento en la nube.

Como hemos comentado anteriormente, las principales compañías ofrecen diferentes servicios en la nube, que nos permiten procesar y almacenar datos en servidores que alojan nuestra información: correos electrónicos, fotografías, música o documentos, por ejemplo. De esta manera, podemos acceder a ellos desde cualquier lugar o dispositivo y en cualquier momento.

Las principales ventajas de utilizar servicios de almacenamiento en la nube son:

  • Software. Todo el software necesario está en un la nube, por lo que no es necesario instalar las aplicaciones para cada tipo de documento en nuestro dispositivo.
  • Hardware. Nos permite ahorrar recursos en nuestro ordenador, ya que usamos los del servidor: usamos el almacenamiento, la CPU o el software.
  • Sistemas de backup y recuperación. Nos permite recuperar la información almacenada, sin pérdida de información.
  • Actualizaciones. No es necesario preocuparse por las actualizaciones de las aplicaciones, ya que nuestro proveedor de la nube se encarga de realizarlas.
  • Accesibilidad. Podemos acceder a nuestros archivos desde cualquier lugar o dispositivo, y usarlos de modo remoto.
  • Almacenamiento. No existen problemas por la capacidad de almacenamiento, ya que disponemos de una capacidad de espacio gratuita.

Sin embargo, también existen desventajas al utilizar estos servicios. Es importante destacar que:

  • Seguridad y privacidad. Los documentos pasan a almacenarse en la nube, ya no se guardan en nuestro ordenador, por lo que dejamos de tener control sobre ellos. El usuario ya no está seguro de quién puede acceder a dicha información o si está protegida correctamente.
  • Espacio de almacenamiento. El espacio de almacenamiento es limitado. Si deseamos disponer de mayor capacidad, debemos pagar una tarifa en función de la capacidad necesaria.
  • Conexión a Internet. Si no disponemos de conexión, no podemos acceder a nuestra información ni a los programas alojados en la nube.
  • Cobertura legal. Los servidores pueden estar en cualquier parte del mundo. Si nos encontrarnos con problemas, no tendremos seguridad sobre qué ley o normativa debe aplicarse o si esta ley podrá protegernos.

1.3. Tipos de nubes.

Podemos diferenciar tres tipos de nubes:

  • Nube pública. Son las nubes que se pueden adquirir de forma gratuita. Se caracterizan por mezclar en un mismo servidor los trabajos de muchos clientes distintos, siendo éstos ajenos a lo que esté ocurriendo en dicho servidor, ya que suministran a los usuarios de mecanismos de autentificación y control.
    • Como ejemplos de nubes públicas podemos destacar: Amazon Elastic Compute Cloud (EC2), IBM Blue Cloud, Sun Cloud, Google AppEngine o Microsoft Windows Azure Services Platform.

  • Nube privada. La nube privada se encuentra en una infraestructura controlada por un sólo usuario, proporcionándole un control óptimo de la información gestionada, de su seguridad y de la calidad de servicio ofrecida. Además, el usuario es propietario de esta nube privada, teniendo el control total de las aplicaciones almacenadas en ella. Por lo tanto, el usuario puede decidir qué usuarios están autorizados a usarla.
    • La nube privada es la mejor opción para las empresas o compañías que necesitan alta protección y seguridad de datos y ediciones a nivel de servicio.

  • Nube híbrida. La nube híbrida es una combinación interactiva de ambos modelos de nubes, tanto pública como privada. En este modelo, el usuario externaliza la información y  los procesos de negocio no críticos a la nube pública, mientras que los servicios críticos permanecen en la nube privada.
    • La nube híbrida permite combinar aplicaciones propias de la empresa, nube privada, con las consumidas a través de la nube pública.



 

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